martes, 31 de mayo de 2022

10 peinados de invitada para este 2022

Las Bodas de Tatin

 

Fotografía: Maorlan

 

Todas sabemos la importancia que tienen los peinados cuando nos invitan a una boda: deberán ir en conjunto con el vestido y con los complementos que escojamos. Del mismo modo, tienes que saber cuáles te favorecen más según tu tipo de rostro y tus facciones, así como cuáles son más apropiados para cada tipo de evento.

 

El moño de bailarina

Es un clásico de los que nunca fallan: hará que destaquen el vestido y los complementos. Se puede convertir en una apuesta muy original si optas por algún tocado, horquilla o diadema que lo adorne. Es ideal para aquellas con rasgos redondeados y, si tienes los rasgos más marcados, te quedará perfecto con dos mechones sueltos al más puro estilo de los 90.

 

 

Fotografía: Bengalú

Peluquería: Saray Sojo

 

El moño con efecto wet

Es sin duda uno de los peinados que más se llevan en la actualidad. Recomendamos llevarlo con raya en medio y, tiene la virtud, de que lo pueden llevar mujeres con pelo corto, medio y largo. Es muy sofisticado e ideal para llevarlo en una boda.

 

 

Fotografía: Germán de la Hoz

Peluquería: María Nebrera

 

El moño alto

Esta opción es perfecta para escotes halter y para mujeres con el rostro achatado, ya que lo alargará. Además, será una buena solución para aquellas que quieran aparentar unos centímetros más. Puedes llevarlo con flequillo e, incluso, con flequillo postizo.

 

 

Fotografía: Monte Carlo Beauty

Peluquería: Saray Sojo

 

 

Fotografía: Jorge Pintado

Peluquería: María Nebrera

 

La coleta baja

Es otro clásico con el que siempre acertarás. Para aquellas que sean más minimalistas, se puede llevar sola y, para aquellas que quieran darle un toque diferente, es muy combinable con pamelas y tocados. Será una buena opción para aquellas con cabello fino.

 

 

Fotografía: Invitada Perfecta

 

 

Fotografía: Mimoki Shop

 

La melena suelta

Para aquellas que quieran llevar la melena al viento para sentirte ellas mismas es una buena elección. La puedes llevar peinada con raya en medio, a un lado o con el cabello desordenado. Según la peines, conseguirás un look más o menos desenfadado.

 

Fotografía: Invitada Perfecta

 

 

Fotografía: Ana Lísola

Peluquería: María Ávalos

 

¿Con o sin diadema?

Las diademas son el complemento ideal para darle un toque especial a tu look. Al decantarte por una melena suelta, puedes añadirle este complemento con el que no pasarás desapercibida.

 

Fotografía: Natalia Ibarra

Peluquería: Saray Sojo

 

 

Fotografía: Ana Lísola

Peluquería: María Ávalos

 

Las ondas al agua

Si eres de las que les encantan los años 20, este estilo de cabello es perfecto para ti. Además de ser muy sofisticado, sienta bien a cualquier tipo de rostro.

 

Fotografía: Jorge Pintado

Peluquería: María Nebrera

 

 

Fotografía: Click 10

Peluquería: María Nebrera

 

Trenza despeinada XL

Perfecta para las espaldas abiertas, te aportará un look desenfadado a la vez que muy elegante. La puedes combinar con accesorios y debes de tener en cuenta que si dejas dos mechones sueltos, el look resultará menos arreglado.

 

 

Fotografía y peluquería: Saray Sojo

 

 

Fotografía: Saray Sojo y Mimoki Shop

 

Semirrecogido con adorno

Otra opción es recogerte el pelo parcialmente con un moñito y adornarlo con un accesorio para darle tu toque personal.

 

Fotografía: Ana Lísola

Peluquería: María Ávalos

 

Coleta alta

Todo un clásico que alargará tu rostro y será perfecto para lucir un vestido con un escote muy especial. Es una apuesta segura y la puedes adornar también con algún complemento.

 

Fotografía: Foto Instantes

Peluquería: Saray Sojo

 

¿Con o sin pamela?

Dejamos para el final el look más especial, para aquellas invitadas a una boda de día que quieran protegerse del sol y al mismo tiempo estar ideales. La pamela es el complemento perfecto y puedes lucirla con un moño bajo para no sobrecargar el conjunto.

 

Fotografía: Ana Lísola

Peluquería: Saray Sojo

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lunes, 30 de mayo de 2022

De la oficina a una boda de ensueño

Las Bodas de Tatin


¿Cómo se conocieron Gadea y Ricardo?

Ricardo y yo nos conocimos en el trabajo, estuvimos sentados uno al lado del otro durante 3 años. Al año y medio nos empezamos a llevar muy muy bien, pero sólo como amigos. De hecho, todo el mundo daba por sentado que estábamos juntos, cuando entre nosotros no había nada de nada. Hasta que un día nos hizo click a los dos algo por dentro y hasta ahora. Cinco años después de ese día en que hicimos click fue nuestra boda.

Fotografía de Ana Lisola

No pudo ser lo mismo sin la ayuda de Ana de Lísola, la fotógrafa: además de la preciosidad de fotos que tenemos, nos dio muchísima tranquilidad ese día para aparecer en todas las fotos de la forma más natural, nos dejamos llevar y fluir para disfrutar entre nosotros dos sin darnos cuenta de que la cámara nos enfocaba. Se convirtió en una wedding planner organizando a invitados, padrinos y familia, que hasta ese momento no había caído en lo necesario que era.

Una finca y una iglesia inesperadas…

Respecto al lugar, fue muy anecdótico el hecho de que cambiáramos la iglesia a dos semanas de la boda. Fue boda Covid y por miedo a las restricciones que había donde iban cerrando por zonas, quise tener un plan B. 

La iglesia en Valdemorillo

El caso, es que en esa búsqueda del un plan B, mi suegra me comentó que si habíamos visto la iglesia de Valdemorillo, donde la familia de Ricardo tiene una casa, así que fuimos mi madre y yo un día a verla y nos enamoramos… En cuanto la vi tuve claro que nos teníamos que casar allí, y además sería siempre más especial que Cerceda por el vínculo con el pueblo.

La Finca Soto de Cerrolén, un lugar  muy acogedor

Además de la iglesia, previamente ya habíamos cambiado la fecha de la boda (iba a ser en Octubre de 2020 y finalmente fue el 1 de Mayo de 2021) y de finca (de Finca el Tomillar a Finca Soto de Cerrolén, pero siempre de la mano de Cortés de Moraga). Por lo menos seguíamos siendo los mismos novios que al principio :D, así que no fue ningún drama e, incluso, me gustaron mucho más las segundas y últimas opciones que las primeras.

Catering de la mano de Cortés de Moraga

Fue Virginia de Cortés de Moraga, la responsable de hacernos tan fácil los cambios de la fecha y finca. Todo fueron facilidades por su parte y estamos encantados con el resultado final. Controlan genial los tiempos, la comida estaba riquísima y el sitio no pudo ser más nosotros: en el campo, rodeados de las primeras flores del campo y en una casa en la que cada rincón es aún más bonito que el anterior.

Bailando toda la noche…

Con todo esto del covid, no teníamos claro que pudiéramos tener baile (al final sí que hubo), así que se nos ocurrió organizar un bingo mientras los invitados se tomaban la primera copa en sus mesas. Y puedo asegurar que la gente lo dio todísimo, y ha sido de las cosas que más nos han dicho que les gustó: algo diferente, divertido y sin mucho riesgo, jaja.

El vestido “jersey” y falda

En cuanto al diseño del vestido, se lo confié a Cristina Valenzuela, que desde el minuto cero que entramos por la puerta de su atelier, captó a la perfección lo que yo llevaba en la cabeza. Iba con dos ideas totalmente diferentes, pero mi madre y ella tenían claro que teníamos que ir a la idea de «jersey» y falda. Cuando lo plasmó en su mente, nos pareció un diseño súper original y muy estiloso. 

Cristina Valenzuela como mejor opción

Fue el primer atelier que visitamos y tras dos horas con Cristina, cancelé el resto de citas que tenía porque tuve claro que quería que ella me hiciera el vestido: fui con una falda de brocado (a juego con el lazo de la trenza), abotonada (los botones eran antiguos y de morirse, tenían flores si los veías de cerca) y con cola; la parte de arriba de cashmere y manga larga.

 

Los accesorios perfectos

Los zapatos son de Flor de Asoka, el lazo de seda del ramo de Wareen and Wild y la bata de lencería Guezal. La encargada de maquillaje y peluquería fue Saray Sojo.

Ricardo: un novio muy elegante

El novio, por su parte, escogió Trajes Guzmán para su vestuario: chaqué oscuro, combinado con un chaleco príncipe de Gales y una corbata en tonos fucsia y azules de la misma marca.

Flores de cuento

Por último, mi madre, que es una parte importante de Mimosas en febrero, no dudó ni un segundo en apoyarme y participar en la paliza que fue preparar mi propia decoración de flores para la iglesia. Hasta la fecha, creo que es el altar más bonito que hemos decorado.

 

Flores del ramo y de la iglesia en la misma línea

Las flores de la iglesia y mi ramo iban un poco en la misma línea: flores en tonos blancos, amarillos y verdes, muy acordes con lo que nos ofrecía el campo en ese momento, y precisamente eso es lo que queríamos, llevarnos un trocito de esa naturaleza a mi ramo y a la iglesia, dándole nuestro toque de Mimosas.

Ficha al equipo que ha hecho todo esto posible

Lisola Fotografía

Vestido de Valenzuela 

Maquillaje Saray Sojo

Flores (decoración de la iglesia y ramo): Mimosas en febrero

Zapatos de Flor de Asoka

Bata Lencería Guenzal

Catering Cortés de Moraga

Finca Soto de Cerrolén

Traje del novio: Trajes Guzmán

Iglesia: Nuestra Señora de la Asunción, Valdemorillo

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