The White Day : Nagore & Urtzi, una boda de cuento de hadas

Marieta - QUBP

La época estival es muy propicia para los amores de verano. Algunas de estas relaciones, quedan en eso, en un amor pasajero que se queda por siempre jamás en tu mente y en tu corazón. Pero hay otras como la historia de Nagore & Urtzi, que se afianzan y se consolidan como un amor verdadero y para toda la vida. ¡Descubre hoy en el blog a Nagore & Urtzi, y su boda de cuento de hadas!

La vida a veces te presenta al amor de tu vida cuando menos lo habías pensado. Justo eso fue lo que le pasó a Nagore & a Urtzi. Se conocieron una noche del 20 de junio en Vitoria, un verano de su época universitaria que Nagore quería vivir intensamente porque justo en septiembre se marchaba 6 meses a estudiar su carrera a Holanda. El caprichoso destino quiso que se conocieran y pasaran juntos el mejor verano de sus vidas, entre risas y momentos inolvidables, pero… llegó el momento de la marcha de Nagore y no sabían si esa relación duraría. Después de 3 viajes a Holanda y su primer viaje juntos, su relación seguía su camino y la nochevieja de 2017 Urtzi le pidió matrimonio a Nagore en la misma ciudad.

El pasado 28 de septiembre Nagore & Urtzi se dieron el ¡Sí Quiero! en los jardines del Monasterio del Espino (Santa Gadea del Cid). Un largo camino de castaños les hizo las veces de pasillo nupcial y, más tarde, el banquete se celebró en un claustro interior de piedra con una iluminación espectacular.

Nagore escogió un vestido de corte sirena confeccionado a medida en la tienda de Pronovias de Vitoria. Las telas fueron escogidas al gusto de la novia, incluso, el tul rosa de la falda fue ella misma quien visitó varias tiendas hasta encontrar el tono adecuado. Nagore tenía muy claro que quería llevar dos looks muy diferentes el día de su boda. Uno más sobrio con un vestido blanco con corte sirena, y otro outfit más bohemio y romántico que aportaba la sobrefalda de tul rosa.

Urtzi quería arriesgar el día de su boda y apostó por dar un toque distinto al look nupcial y lució un traje con cuello mao, junto con una corbata finita, chaleco con camisa blanca y unas finas rayas azules oscuras en los puños y cuello de la camisa.

Tanto para Nagore como para Urtzi, uno de los mejores momentos fue la entrada de la novia. Ella le vio desde lejos con los ojos llorosos según iba avanzando y se aproximaba hacia él. Otro instante para inmortalizar fue cuando sus amigos les dedicaron emotivas palabras y, sin duda, el instante más emotivo fue el momento de los anillos, ya que su perrita Noa llevó las alianzas a sus queridos amos.